Caras.

Hoy he llorado, alguien, por suerte y desgracia, me ha enseñado la peor cara del mundo, pero no, no lloré por eso, lloré porque me enseñó que era su única cara.
Hoy se me ha puesto la piel de gallina, porque he visto la cara de la gente, que se encontraba de frente, la cara del mundo.
Hoy me he emocionado, porque me he dado cuenta de que la cara que preside el universo, cual dios adorado, es la cara de las monedas en las que hay tallado un número.
Hoy he llorado, hoy se me ha puesto la piel de gallina, hoy me he emocionado, porque he llegado a la conclusión nocturna, de que es peor de lo creemos, de que es peor de lo queremos.